La Directiva Marco del Agua es
una norma del Parlamento Europeo y del Consejo de la Unión Europea por la que
se establece un marco de actuación comunitario en el ámbito de la política de
aguas. Su objetivo general es garantizar la protección de las aguas y promover su
uso desde el punto de vista de la sostenibilidad, y los objetivos específicos
se centran en:
- La prevención del deterioro adicional y la protección y mejora de los ecosistemas acuáticos, así como de los ecosistemas terrestres dependientes.
- La promoción de los usos sostenibles del agua.
- La protección y mejora del medio acuático.
- La reducción de la contaminación de las aguas subterráneas.
- La paliación de los efectos de inundaciones y sequías.
Dicha directiva desarrollo como
novedoso un sistema de análisis de la calidad del agua que va más allá de los
análisis clásicos fisicoquímicos, complementándolos con estudios de control hidromorfológicos
y biológicos.
Dentro de estos estudios mediante
indicadores biológicos, se analiza la vegetación de ribera y los
macroinvertebrados, por la importancia que su presencia tiene más allá de un análisis
puntual de las características fisicoquímicas de un tramo fluvial.
La presencia de estos, y las
diferentes especies que nos podamos encontrar están relacionados con la calidad
del ecosistema y con las características hidromorfológicas del tramo, el
sustrato, la alteración del lecho y las presiones a las que se encuentre
sometido.
Son un factor clave en la
presencia de macroinvertebrados la morfología del lecho del río, su continuidad
y las variaciones en el régimen de caudal.
La diversidad de sustratos es la
que condiciona la diversidad de hábitats disponibles para la flora y fauna
acuática, y por tanto la mayor o menor presencia de estos bioindicadores.
Además estos macroinvertebrados en muchas ocasiones suponen una fuente importante de alimento para animales vertebrados, como es el caso de la trucha común.
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