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lunes, 13 de julio de 2015

WWF salta a los ríos españoles para denunciar que más de la mitad están enfermos

Voluntarios de WWF han celebrado hoy el gran salto europeo por unos ríos vivos y sanos, el ‘Big Jump’, en seis puntos de toda España. El Sil, el Guadalquivir, el Ebro o el Tajo han sido algunos de los ríos elegidos para esta reivindicación, que en Europa se ha celebrado en 500 lugares. Con esta acción, que se celebra hoy por décimo año consecutivo, WWF quiere denunciar que casi  la mitad de los ríos y lagos de España no están en buen estado. WWF recuerda que 2015 era el año límite marcado por la Directiva Marco del Agua de la Unión Europea para que todas las aguas alcanzaran el buen estado. Sin embargo, los planes hidrológicos españoles presentados hasta ahora para el periodo 2016-2021 no van en la buena dirección.
Las fuentes del río Algar en Alicante, el Alto Sil en Villablino (León), el Guadalquivir a su paso por Córdoba, la desembocadura del Guadalhorce en Málaga, el Tajo en Madrid y el Ebro en Zaragoza han sido los parajes naturales elegidos por WWF y sus Grupos Locales de voluntarios para celebrar hoy el ‘Big Jump’. Es la décima edición de este evento reivindicativo europeo que comenzó en 2005 para recuperar el vínculo perdido entre los ciudadanos y los ríos, y para reclamar unos ríos vivos y sanos donde la gente pueda disfrutar y darse un baño.
 
Aunque la Directiva Marco del Agua de la Unión Europea (aprobada en el año 2000) marcaba 2015 como el plazo límite para alcanzar un “buen estado ecológico” de los ríos y lagos del continente (las masas de agua superficiales), WWF denuncia que en España estamos muy lejos de cumplir el objetivo. Según los planes hidrológicos en información pública,sólo el 41% de las masas de agua superficiales españolas están en buen estado, frente al 41% en mal estado y el 18% del que ni siquiera existen datos. A juicio de WWF esta evaluación es demasiado optimista. Aún hay muchas masas de agua sin evaluar, muchas en las que no se ha actualizado la información y muchos indicadores sin valorar, como las poblaciones de peces o el estado de la vegetación.
 
En 2015 se aprobarán los nuevos planes de cuenca que determinarán el futuro de nuestros ríos hasta 2021, una oportunidad para cambiar esta preocupante situación. “Lamentablemente los borradores de estos planes presentados hasta ahora siguen dejando el medio ambiente en segundo plano y apuestan por lo mismo de siempre, más infraestructuras, más regadíos, en definitiva más oferta de agua para cubrir todas las demandas sin evaluar su necesidad ni su impacto”, ha asegurado la responsable del programa de aguas y agricultura de WWF España, Eva Hernández.
 
WWF ha presentado alegaciones a los borradores de los planes hidrológicos solicitando, como también ha hecho la propia Comisión Europea, el escrupuloso cumplimiento de las previsiones de la Directiva Marco del Agua. Esto pasa por mejorar el conocimiento de partida, fijar objetivos ambientales ambiciosos, incluidos unos caudales ecológicos que permitan a los ríos cumplir sus funciones naturales, y proponer medidas que reduzcan las presiones que sufren las aguas, como la eliminación del uso ilegal del agua, la restauración de ríos y humedales, asegurar que los costes ambientales son asumidos por quienes ejercen las presiones y gestionar la demanda de agua para que baje a niveles sostenibles.
 
“Con estos nuevos planes no se mejorará el estado de nuestros ríos, lagos y acuíferos. Las administraciones siguen sin comprender que la única manera de garantizar que las futuras generaciones tengan agua es mejorar la salud de los ecosistemas acuáticos. Aún estamos a tiempo de cambiar la planificación”, ha concluido Eva Hernández.
 
Sobre el Big Jump
 
El Big Jump es una iniciativa coordinada por la ‘Red Europea de los Ríos’ (European Rivers Network) en la que participan cientos de ONG y miles de ciudadanos de toda Europa. Comenzó a celebrarse en 2005 y este año habrá 500 eventos en 28 países europeos. Este año además, 60 jóvenes embajadores de los ríos viajarán a Bruselas el 13 de julio para pedir a los políticos europeos más protección para nuestros ecosistemas acuáticos.