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lunes, 20 de abril de 2015

600 voluntarios inician la campaña de primavera del Proyecto Ríos

El objetivo de la iniciativa es determinar el estado de conservación de más de cien tramos de los ecosistemas fluviales de Cantabria

Seiscientos voluntarios del Proyecto Ríos han iniciado la XV campaña de inspección de ríos 2015 con el objetivo de determinar el estado de conservación de más de cien tramos fluviales situados por toda la región, desde las cuencas cantábricas a las del Ebro y Duero.
La Asociación Cambera ha asegurado que la inspección de ríos consiste en la recogida de datos e información por los voluntarios, una vez realizada la formación, con los materiales aportados por la citada agrupación.
 Imagen de archivo de una inspección en el río Camesa.
Así se obtienen datos sobre la calidad del agua, del bosque de ribera, del hábitat fluvial, usos de la ribera, estado de los márgenes, biodiversidad presente, vertidos o el estado ecológico. Una información que contribuye a orientar o complementar otros diagnósticos efectuados por las administraciones competentes.
Realizado el muestreo de las campañas de primavera y otoño, los datos son tratados por Cambera y sintetizados en un documento, el 'Informe anual del Proyecto Ríos', para que la sociedad conozca el estado de los tramos de los ecosistemas fluviales inspeccionados.
Este año se pretende además obtener la información más completa posible sobre la ubicación y el tipo de los colectores y vertidos presentes en las diferentes cuencas hidrográficas. Para ello, los voluntarios enviarán a Cambera las coordenadas geográficas y el tipo de vertido presente en los diferentes tramos de río.
La información obtenida será puesta en conocimiento de las diferentes confederaciones hidrográficas para garantizar el cumplimiento de la Directiva Marco del Agua, norma europea que exige que para este año 2015 todas las masas de agua estén en un estado bueno o muy bueno.
¿Qué es el Proyecto Ríos?
El Proyecto Ríos es una iniciativa de ciencia ciudadana para acercar a la población al entorno natural, para que participe en el diagnóstico del estado de salud de los ríos cántabros, elaborar un informe sobre los ecosistemas fluviales y darlo a conocer a la sociedad, establecer una red ciudadana interesada en el estudio, protección y conservación de los ríos, trabajar para mejorar la calidad de los mismos, adoptar responsabilidades respecto a los ecosistemas fluviales, en particular, y al medio ambiente, en general, y estimular y potenciar el voluntariado ambiental.

jueves, 9 de abril de 2015

La gestión de la red Natura 2000 es imposible sin la complicidad de los propietarios

La adecuada gestión de los espacios naturales, y en particular de los lugares que están incluidos en la red Natura 2000, requiere "el consentimiento, la complicidad y la implicación activa" de los propietarios del terreno. Esa implicación es especialmente importante en aquellos lugares en los que, como en Cataluña, el porcentaje de propiedad privada del terreno ronda el 80 por ciento. Así se pone de relieve en un estudio encargado por la Diputación de Lleida -en el marco del proyecto europeo Life + Infonatur- sobre la percepción de la red Natura 2000 que tienen los agricultores, los silvicultores, los ganaderos, el sector turístico y los ciudadanos de esta provincia.
       El estudio releva que los agricultores de Lleida perciben que la red Natura 2000 les incrementa la burocracia, que aumenta el riesgo de sanciones, o que suben también los costes en el caso de que quieran cambiar las técnicas de explotación cuando sus terrenos están incluidos en la red.
La gestión de la red Natura 2000 es imposible sin la complicidad de los propietarios

Temor a una depreciación del valor de las fincas

     Creen además que por el hecho de estar en la red Natura 2000 tendrán unas mayores limitaciones de uso en el futuro y que el valor de su finca se va a depreciar, que la normativa se va a volver más restrictiva con el tiempo y que las ayudas públicas van a disminuir.
     Pero, entre las ventajas, los agricultores ilerdenses consideran que sus terrenos (cuando están en red Natura 2000) están más protegidos frente a la expansión urbanística, contribuyen a una mejor conservación del medio, pueden acceder a otro tipo de ayudas públicas y supone un reconocimiento de sus valores naturales, y sobre todo de sus paisajes.
     Entre los profesionales del sector turístico, la red Natura 2000 es "una gran desconocida", señala el estudio, en el que se constata que durante los últimos años ha crecido la demanda de actividades en la naturaleza por parte de un público no especializado, generalmente residente en áreas metropolitanas y de una edad superior a 40 años.
     Considera por ello el sector turístico que el medio natural tiene mucho potencial turístico, aunque son recursos poco explotados, señala el mismo informe.
     Y entre el público en general, la mayoría de los entrevistados valora el hecho de estar en lugares bonitos y hacer actividades al aire libre, pero existe un profundo desconocimiento de la red Natura 2000 y la gente está más familiarizada con otras figuras de protección como las de "parque nacional" o "parque natural".
      El estudio se ha desarrollado en el marco del proyecto europeo Life + Infonatur, que tiene como objetivo dar a conocer la red Natura 2000 y sus recursos naturales como una oportunidad de desarrollo para actividades productivas tradicionales (agricultura, ganadería, pesca o silvicultura) y otras de reciente implantación, como el turismo.
     Constata el informe el alto grado de intervención humana en el medio natural en toda Europa durante los últimos siglos, debido a actividades como la agricultura, la ganadería o la silvicultura.
     El régimen de propiedad de la tierra en Cataluña, con un porcentaje cercano al 80 por ciento de propiedad privada y una propiedad pública muy concentrada en zonas de los Pirineos, hace que cualquier manejo del medio natural necesite "el consentimiento, la complicidad y la implicación activa" de los propietarios de la tierra, según el mismo estudio.
     La realidad -refleja este informe- es que la sociedad demanda espacios bien gestionados desde el punto de vista ambiental; que esos espacios naturales están "profundamente" intervenidos por el hombre y que alojan actividades económicas tradicionales como la agricultura, la ganadería o la silvicultura y otras "embrionarias" pero en crecimiento como el turismo de naturaleza.
     Y en ese marco, las administraciones públicas, "en buena parte empujadas por la UE" -señala el estudio-, trazan las líneas y definen la normativa que rige sobre un terreno mayoritariamente privado y sobre las actividades de unos propietarios "que habían planificado tradicionalmente sus actividades sin muchos impedimentos por parte de la administración".
Foto: Archivo www.greenpeace.org
Fuente: http://www.agroinformacion.com