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jueves, 27 de noviembre de 2014

ARTICULO DE OPINION SOBRE LOS PASOS INFRANQUEABLES DEL TORMES


Por José Antonio López López
Presidente del Club Deportivo de Cazadores y Pescadores “Peña de la Cruz” de Béjar.  

La solución al problema de la migración en el Tormes, o el cuento de nunca acabar...
El Río Tormes ha sido conocido durante décadas por la calidad de sus aguas y sus peces. Un río fundamentalmente truchero desde su nacimiento hasta bien entradas sus aguas en la provincia de Salamanca. Es aquí donde un cambio en la características del cauce y las aguas le hacen un paraíso de los ciprínidos. Barbos, bogas, gallegos, sardas, bermejuelas y demás ciprínidos han abundado y desarrollado sin ninguna otra limitación que las propias derivadas de la propia naturaleza.
Aún recuerdo aquellos años que siendo un chaval acompañado por mi tío y mis primos empezábamos a pescar bogas y barbos en la zona de Santibáñez de Béjar y Cespedosa. Un río que en los últimos días del mes de mayo y los primeros de junio, cuando la freza de los ciprínidos estaba en pleno apogeo, mostraba la grandeza y la calidad de las aguas del Tormes. Cientos de miles de bogas y barbos que no dejaban ver el cauce del río, en su afán reproductor.
Fueron años de descubrimientos de la naturaleza más pura, de las primeras capturas y de compartir experiencias inolvidables.
Años más tarde el devenir de los acontecimientos, o quizás la casualidad, me llevaron a conocer a una de aquellas personas que todos los pescadores bejaranos teníamos como el más grande de los pescadores.
Con apenas diecisiete años tuve el privilegio de poder acompañar, por orillas y veredas, a una de las personas que mejor conocieron el Tormes y las sierras que le ven nacer. De aquello nació lo mejor que pueden tener las personas, la amistad. Fue un tiempo que no volverá, pero que nunca olvidaré. Años más tarde no quiso dejarnos sin hacer algo por su Tormes. Casi de la mano una mañana, por cierto bastante fría del mes de junio de 2007, los dos no acercamos a ver nuestro Tormes, no sin tener la certeza de que ya en pocas ocasiones podríamos disfrutar el uno del otro. La tarea, fotografiar y grabar la aberración que se había cometido en nuestro río.
El Tormes, ese gran río entre los grandes, sin ningún impedimento que pusiera freno año tras año al proceso reproductor de barbos, bogas, truchas y todas aquellas especies que en sus aguas habitaban. En ocasiones, llegaban noticias de otros ríos que habían sucumbido a la mano ejecutora de la instalación de explotaciones hidroeléctricas, bajo la premisa de Energías Renovables, y que por dicha condición se autodenominaban respetuosas con el medio ambiente.
Aquellas situaciones nos parecían algo lejano que nunca llegaría a tocarnos. Nada más lejos de la realidad.
En el año 1994 la Confederación Hidrográfica del Duero da luz verde para la instalación de un aprovechamiento de aguas en el Tormes, en los términos municipales de Cespedosa de Tormes y Santibáñez de Béjar. Años más tarde comienzan unas obras que finalizan en el año 2001 con la puesta en funcionamiento de la “Central Hidroeléctrica Salto de San Fernando”.
Los años siguientes fueron un desastre ambiental, que ha llegado a mermar las poblaciones de peces de forma considerable.
Ya en el año 2007 el Club Deportivo de Cazadores y Pescadores “Peña de la Cruz” de Béjar puso en conocimiento de la CHDuero, así como de la Consejería de Medio Ambiente en Salamanca, la ineficacia de la escala de peces construida para hacer permeable la presa del embalse de San Fernando. Se remitió un CD grabado en las inmediaciones de la presa en el que se ponía de manifiesto como la fauna piscícola, en su afán reproductor chocaba una y otra ver con el muro de la presa. En este sentido, fue la propia CHDuero la que según los estudios técnicos de los que disponía, ponía de manifiesto la infranqueabilidad de la citada presa. En la Base de Datos de los Azúdes de la cuenca del Duero, se calificaba dicha escala de peces como infranqueable.
Pasaron unos años sin que se pusiera remedio al problema de la migración en el Tormes.
Fue en el año 2011 cuando varias asociaciones de pescadores Club Deportivo de Cazadores y Pescadores “Peña de la Cruz” de Béjar, Club Deportivo Mosqueros del Tormes (Salamanca), y la Unión Nacional de Pescadores Conservacionista (UNIPESCA), se unen en un frente común, con la finalidad de aunar esfuerzos para que la administración competente diera solución al problema de la migración en la escala de peces del Salto de San Fernando.
Se presentó a dicha confederación hidrográfica un informe que ponía de manifiesto la ineficacia de dicha escala de peces.
A partir de ese momento es la propia CHDuero la que requiere al titular del aprovechamiento que presente un proyecto que dé solución al problema. Solicitamos ser parte en el procedimiento, y de la mano del secretario de la asociación Mosqueros del Tormes, Javier de Cabo, entramos a formar parte en el mismo. El objetivo fundamental era el ser partícipes de la solución del problema aportando los conocimientos que teníamos del propio río.
La empresa adjudicataria encarga un estudio a la empresa Alteiro Ingeniería, quienes amablemente se ponen en contacto con nosotros para que les aportemos nuestra opinión sobre las soluciones adoptadas. Se diseña una escala de peces ineficaz que lleva al titular del aprovechamiento a solicitar la suspensión temporal del proyecto de la nueva escala de peces. Se tienen en cuenta las alegaciones presentadas, y las propuestas que se le hacían llegar desde el colectivo de pescadores.
La empresa desecha el proyecto inicial y solicita un nuevo plazo para realizar los estudios correspondientes para el diseño y construcción de una escala de peces funcional, que solucione el problema de la migración en el Tormes.
En este sentido indicar que dicha empresa, Saltos de San Fernando, ha mostrado en todo momento su disponibilidad para dar solución al problema.
 A finales del 2012, se presenta un informe de la mano del Dr. Ingeniero de Montes, D. Fco. Javier Sanz Ronda, perteneciente a la E.T.S. de ingenierías Agrarias de Palencia, Dpt. de Ingeniería Agrícola y Forestal U.D de Hidráulica e Hidrología, de la Universidad de Valladolid.
En el estudio se realiza una Evaluación Hidráulica y Biológica de la escala de peces existente en su momento, y se propone una solución al problema de la migración de los peces en la Central de San Fernando.
Un estudio con una calidad técnica sin precedentes a nivel nacional y que hizo que en las alegaciones que se presentaron al mismo, destacáramos dicha calidad, así como los esfuerzo que se estaban haciendo desde la empresa propietaria de la central, y desde la propia CHDuero.
Por fin, en abríl de 2013 la CHDuero da luz verde a las obras de adecuación de la nueva escala de peces de la Central Hidroeléctrica de San Fernando.
Había pasado cerca de tres años desde que pusiéramos en conocimiento de la confederación los hechos que estaban ocurriendo en el Tormes, pero por fin, se había propuesto una solución y se empezaba con el estudio de la migración en el salto de San Fernando.
El objetivo principal era comprobar el grado de ascenso de los peces por la escala existente, y estudiar su comportamiento migratorio. Para ello, se estudiaron las variables más importantes que definen la idoneidad de un sistema de paso para peces: localización de la escala, entrada en su interior y paso por la misma, así como su relación con la época del año y la temperatura del agua.
Durante el periodo comprendido entre el 30 de abril y el 22 de julio de 2013, coincidiendo con la época de migración del barbo y la boga, se realizó un estudio para determinar las especies, el sexo y tamaño de los peces que entraban en la escala de peces. De tal forma que, cada dos o tres días, se extrajeron los peces que entraron en la escala, se anestesiaron y se anotaron los datos relativos a la fecha de captura, especie, longitud, peso y sexo. Posteriormente se trasladaron los peces aguas arriba de la presa y eran puestos en libertad.
En el periodo que la freza era más evidente, también se realizaron capturas con pesca eléctrica, aguas abajo de la entrada de la escala. Los peces capturados eran tratados de la misma forma que aquellos que eran capturados en la escala. Se identificaban por sexo, tamaño y peso. En este caso, además, se les introducía un microchip individual (PIT-TAGS) codificado que indicaría en todo momento la situación del pez. Los peces capturados eran devueltos al agua en perfecto estado.
Para el estudio se colocaron diferentes antenas y cámaras de seguimiento a lo largo de la escala de peces. Una de ellas unos metros por delante de la entrada de la escala, otra en la misma entrada, varias intermedias y otra en la última artesa de la escala.
Dichas antenas registraban los peces que se habían marcado con el PIT-TAGS. Los datos se registraban en un ordenador con el número de registro del pez que había conseguido encontrar la entrada de la escala y lograba ascender por ella. Datos como el tiempo que tardaban en localizar la entrada de la escala y el que permanecía en ella antes de pasar al embalse eran importantes para conocer correctamente el comportamiento de los peces en su afán reproductor.
El equipo de investigación se puso en contacto con nosotros son el fin de que fuéramos partícipes del proceso, así lo hicimos en el tiempo y la forma que nuestras obligaciones nos permitieron.

Los resultados del estudio realizado durante la temporada 2013 se compararon con los del estudio realizado en el año 2012. En 2013 se capturó un mayor número de barbos que en 2012,( 2.192 frente a 390), y también de bogas (52 a 29), en el caso de las truchas los datos fueron similares (16 a 19). La diferencia entre ambos años se debe a que el azud del vado de Santibáñez se encontraba bajo el nivel de agua del embalse de Santa Teresa en 2013, cosa que no ocurrió en 2012, debido a la escasez de precipitaciones que hicieron que el nivel del embalse estuviera muy por debajo de lo que es habitual en esas fechas.
Estos y otros datos han servido para que en el verano de 2013 se realizaran las primeras actuaciones de mejora en la escala de la presa. Por un lado, con objeto de favorecer el tránsito de peces por la escala, se ha modificado su mitad inferior, demoliéndola y reconstruyéndola, se han recrecido las artesas, se ha realizado un cambio en el tipo de vertederos y se ha incluido un tramo de descanso para los peces. Además, y con el objetivo que el menor número de individuos alcance el muro de la presa, y para mejorar la llamada a la entrada de la escala, se ha construido un nuevo azud para el guiado de los peces hacia la escala.
Desde el 1 de mayo hasta el 15 de julio de 2014 se vuelve a repetir el estudio, tal y como se recogía en el proyecto. En esta ocasión además del marcaje de los peces con los PIT-TAGS, se prueban otros dos métodos de marcaje. Uno de ellos consiste en la colocación de una banderilla de un color amarillo intenso en la aleta dorsal, en la que se puede encontrar un número de teléfono y una dirección web, a los que se puede dirigir la persona que capture un pez con dicho dispositivo. El otro consiste únicamente en la colocación de un anzuelo en la misma aleta, al que se le ha montado un hilo amarillo. La cantidad de peces que ha ascendido por la escala en este periodo de tiempo ha sido muy superior al de la campaña de 2013. Un total de 4.979 peces, 2.871 barbos, 2.010 bogas y 98 truchas.
Estos datos nos hacen mirar hacia un futuro mejor, y nos indican que con esfuerzo y compromiso de todos se puede conseguir que una gran presa de más de 15 metros como del Salto de San Fernando sea permeable, permitiendo la migración de los peces en su ascenso. Queda por conocer si los peces son capaces de reconocer el camino de vuelta en su etapa de descenso hacia el embalse de Santa Teresa.
Esta prevista, y así se recoge en el proyecto presentado a la CHDuero, la realización de un rebaje en el labio de la presa de 30 cm de profundidad y 3 m de longitud. Dicho rebaje actuará como tobogán que facilite el regreso de los peces. Todo esto nos hace mirar hacia un futuro mejor en el que la solución al problema de la permeabilización al paso de peces en la presa de San Fernando sea completa.
El estudio realizado durante estos tres a años arroja otros datos a tener en cuenta.
Además del problema derivado por esta presa, existen tres infraestructuras artificiales que condicionan enormemente la migración de los peces, y una barrera natural. De ellas, tres se encuentran por debajo de la presa de San Fernando.
La primera de ellas es el azud del vado de Santibáñez, que se utiliza para el abastecimiento del municipio de Cespedosa de Tormes. Supone un problema muy importante en la migración de los peces hasta el muro de San Fernando. Como he indicado anteriormente, cuando dicho azud se encuentra bajo las aguas del embalse de Santa Teresa, no supone obstáculo alguno, pero aquellos años en los que el régimen de precipitaciones están por debajo de la media, y dicho azud está por encima del nivel de las aguas de Santa Teresa se convierte en una barrera prácticamente infranqueable. En el mes de marzo de 2014 se realizó una actuación con el fin de garantizar la franqueabilidad de dicho azud. Dicha actuación ha consistido en la creación de un brazo que vierte sus aguas por debajo del azud. Está por ver la funcionalidad del bypas en las épocas en las que los caudales circulantes estén por debajo de la cota del azud.
La segunda es la estación de aforos para el control del caudal ecológico de la central de San Fernando, el cual no supone un grave problema siempre y cuando se respete el caudal ecológico establecido.
Un poco más arriba, y a escasos 150 m de la entrada de la escala se encuentran unas chorreras naturales que en condiciones de un caudal aceptable tampoco supone un gran impedimento para la migración.
Una vez superada la presa de San Fernando, y por encima de la presa se encuentra el V-Flat de Bercimuelle. Una infraestructura construida por la CHDuero para medir el caudal circulante por el Tormes. Un obstáculo infranqueable para la ictiofauna.
Esta situación la hemos puesto en conocimiento de la CHDuero en numerosas ocasiones, sin que poco a nada se haya hecho hasta la fecha. Con fecha de 4 de junio de 2009, el Club Deportivo de Cazadores y Pescadores “ Peña de la Cruz” remite a la Comisaría de Aguas de la CHDuero, un informe sobre las afecciones de la estación de aforos de Bercimuelle en el río Tormes en el que se plantean diferentes alternativas de mejora que hagan la estructura franqueable. A dicho informe se le da traslado a la Dirección Técnica de dicha confederación hidrográfica.
En el verano de 2010 se realiza una actuación consistente en elevar la salida del agua del aforador. Una solución que no sirvió de nada y que hizo que se volviera a poner en conocimiento de la CHDuero el problema derivado de dicha infraestructura.
En el año 2014 se vuelven a realizar actuaciones con el fin de que la fauna piscícola pueda franquear el SAIH de Bercimuelle. En esta ocasión la actuación ha consistido en la construcción de un río paralelo al V-Flat. Hasta el momento, y por la propia observación y seguimiento de la obra en cuestión, durante el periodo de freza de este año dicha actuación no soluciona el problema de la migración en el Tormes. Este mismo año, hemos podido comprobar como se acumulaban cientos de barbos y bogas a la entrada del medidor, sin que fueran capaces de sobrepasarlo. Por el contrario, parecía sorprendente que por el brazo abierto no se vieran más que algunos ejemplares de ciprínidos de menor talla como bermejuelas, colmillejas o calandinos.
Se da la circunstancia que en ocasiones las mediciones no se corresponden con los caudales circulantes. Ocasiones en las que los datos que arroja, son menores que los que proporciona el aforador de Barco de Ávila. Si tenemos en cuenta que por debajo de dicha localidad abulense existen una gran cantidad de arroyos tributarios del Tormes, y que además los ríos Barquillo y Corneja también lo son, con un aporte de caudales importantes, no se entienden dichas mediciones.
Es evidente el esfuerzo que está haciendo la CHDuero para mejorar la conectividad longitudinal en el Tormes, realizando diferentes actuaciones para este fin.
Todos recordaremos con entusiasmo el día en el que se eliminó por completo la presa de Umbrías. Una infraestructura con un recorrido de varias décadas, sin utilidad alguna, y que en ningún momento se había planteado su eliminación. Se tuvieron que dar un cúmulo de circunstancias que llevaron a un desastre ecológico, con la muerte de cientos de ejemplares de trucha y otras especies, que la mala actuación de algún desaprensivo, causó al abrir una compuerta de la citada presa.
La renovación de la escala de la presa de San Fernando, está siendo sin duda alguna meritoria de los mayores halagos. Una renovación de la que he sido partícipe, y por la que quiero felicitar tanto a los
gestores de la Central de San Fernando como a los miembros de la CHDuero. Ahora toca finalizar el proyecto y mantener la instalación en unas condiciones de caudales y mantenimiento adecuadas.
El acierto de la declaración de la trucha como especie de interés preferente, reflejado en la nueva Ley de Pesca de Castilla y León ha supuesto un giro en la forma de entender la pesca. Se hace necesaria, por tanto, la protección de los ecosistemas asociados a este recurso. Una asignatura pendiente por la administración en general.
De poco o nada van a servir dichos esfuerzos si unos kilómetros más arriba se mantiene una infraestructura que no permite la libre circulación de la fauna piscícola. Todos los esfuerzos deberían ir encaminados a la preservación de nuestras especies y los ecosistemas ligados a ellas, anteponiendo a los intereses económicos de unos pocos, los de los habitantes de las zonas rurales por las que discurren nuestros ríos. El aprovechamiento sostenible de los recursos naturales debe entenderse como una actividad de desarrollo más para aquellas zonas en las que lo único que les queda es su entorno.
Debemos ser conscientes, de que el devenir de los nuevos tiempos no va a permitir que el Tormes vuelva a ser aquello que mi gran amigo me enseñó, pero deberíamos poner todos los medios a nuestro alcance para facilitar que las cosas cambien.
Años atrás cuando cientos de pescadores pasaban cada fin de semana por el municipio de Puente de Congosto, llenando sus orillas, y almorzando en sus bares, el Tormes rebosaba de vida. Aquellos días dudo mucho que regresen, pero siempre nos quedará la duda de si hemos hecho lo correcto con lo mejor que la naturaleza nos ha proporcionado. Nuestro entorno
Esperemos se tomen pronto las decisiones para que en breve se pueda solucionar de una vez por todas el problema de la migración en el Tormes.