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lunes, 15 de diciembre de 2014

Rescatan una tonelada de peces aislados por las obras de la A-66



La Junta de Castilla y León ha rescatado a más de una tonelada de peces que se encontraban en una zona del embalse de Ricobayo que había quedado aislada por las obras de la autovía A-66 Zamora-Benavente.

Rescate de los peces. Foto: Junta de Castilla y León.
Rescate de los peces. Foto: Junta de Castilla y León.Los ejemplares de distintas especies piscícolas han sido devueltos con éxito a aguas abiertas del embalse de Ricobayo por parte del personal del Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta en Zamora, según informaron hoy en un comunicado fuentes de la Delegación Territorial de la Junta.
La construcción de las estructuras necesarias para los puentes de la autovía Zamora-Benavente aislaron durante los últimos meses una de las colas del embalse, concretamente, la que llega hasta San Cebrián de Castro. Por ello, una importante cantidad de ejemplares de varias especies piscícolas han necesitado ser recuperadas, precisaron dichas fuentes, que explicaron que una vez finalizadas las obras de construcción de los puentes, la eliminación de la ataguía suponía el desembalse de todo el volumen de agua almacenado, lo que podía poner en peligro la supervivencia de la fauna al quedarse aislada en pequeñas pozas.
El movimiento de tierras y el resto de maniobras comenzaron el 20 de noviembre, pero no ha sido hasta finales de noviembre cuando han comenzado las labores de pesca eléctrica, todavía con bastante agua almacenada y en duras condiciones de acceso.
El trabajo del personal de campo del Servicio Territorial de Medio Ambiente ha sido arduo debido a que se ha actuado en una zona con una movilidad complicada. Los efectivos de la brigada de caza y pesca de Benavente trabajaron durante toda una jornada y recibieron la ayuda de la brigada de Ferreras al día siguiente para completar el traslado de los peces que permanecían aislados.
Finalmente, se han trasladado más de 500 carpas, 400 carpines, 350 barbos, dos tencas e incluso una anguila de las que la Administración autonómica proporcionó al embalse en los años 2001, 2002 y 2003.
También se extrajeron 60 ejemplares de lucio que, cumpliendo con la normativa sobre especies invasoras, no fueron devueltos a las aguas del embalse. En estas labores han participado dos agentes medioambientales, un celador de Medio Ambiente y personal de campo de apoyo hasta un total de siete personas, con tres vehículos, una barca y un equipo de pesca eléctrica.

Fuente: Zamoranews

jueves, 27 de noviembre de 2014

ARTICULO DE OPINION SOBRE LOS PASOS INFRANQUEABLES DEL TORMES


Por José Antonio López López
Presidente del Club Deportivo de Cazadores y Pescadores “Peña de la Cruz” de Béjar.  

La solución al problema de la migración en el Tormes, o el cuento de nunca acabar...
El Río Tormes ha sido conocido durante décadas por la calidad de sus aguas y sus peces. Un río fundamentalmente truchero desde su nacimiento hasta bien entradas sus aguas en la provincia de Salamanca. Es aquí donde un cambio en la características del cauce y las aguas le hacen un paraíso de los ciprínidos. Barbos, bogas, gallegos, sardas, bermejuelas y demás ciprínidos han abundado y desarrollado sin ninguna otra limitación que las propias derivadas de la propia naturaleza.
Aún recuerdo aquellos años que siendo un chaval acompañado por mi tío y mis primos empezábamos a pescar bogas y barbos en la zona de Santibáñez de Béjar y Cespedosa. Un río que en los últimos días del mes de mayo y los primeros de junio, cuando la freza de los ciprínidos estaba en pleno apogeo, mostraba la grandeza y la calidad de las aguas del Tormes. Cientos de miles de bogas y barbos que no dejaban ver el cauce del río, en su afán reproductor.
Fueron años de descubrimientos de la naturaleza más pura, de las primeras capturas y de compartir experiencias inolvidables.
Años más tarde el devenir de los acontecimientos, o quizás la casualidad, me llevaron a conocer a una de aquellas personas que todos los pescadores bejaranos teníamos como el más grande de los pescadores.
Con apenas diecisiete años tuve el privilegio de poder acompañar, por orillas y veredas, a una de las personas que mejor conocieron el Tormes y las sierras que le ven nacer. De aquello nació lo mejor que pueden tener las personas, la amistad. Fue un tiempo que no volverá, pero que nunca olvidaré. Años más tarde no quiso dejarnos sin hacer algo por su Tormes. Casi de la mano una mañana, por cierto bastante fría del mes de junio de 2007, los dos no acercamos a ver nuestro Tormes, no sin tener la certeza de que ya en pocas ocasiones podríamos disfrutar el uno del otro. La tarea, fotografiar y grabar la aberración que se había cometido en nuestro río.
El Tormes, ese gran río entre los grandes, sin ningún impedimento que pusiera freno año tras año al proceso reproductor de barbos, bogas, truchas y todas aquellas especies que en sus aguas habitaban. En ocasiones, llegaban noticias de otros ríos que habían sucumbido a la mano ejecutora de la instalación de explotaciones hidroeléctricas, bajo la premisa de Energías Renovables, y que por dicha condición se autodenominaban respetuosas con el medio ambiente.
Aquellas situaciones nos parecían algo lejano que nunca llegaría a tocarnos. Nada más lejos de la realidad.
En el año 1994 la Confederación Hidrográfica del Duero da luz verde para la instalación de un aprovechamiento de aguas en el Tormes, en los términos municipales de Cespedosa de Tormes y Santibáñez de Béjar. Años más tarde comienzan unas obras que finalizan en el año 2001 con la puesta en funcionamiento de la “Central Hidroeléctrica Salto de San Fernando”.
Los años siguientes fueron un desastre ambiental, que ha llegado a mermar las poblaciones de peces de forma considerable.
Ya en el año 2007 el Club Deportivo de Cazadores y Pescadores “Peña de la Cruz” de Béjar puso en conocimiento de la CHDuero, así como de la Consejería de Medio Ambiente en Salamanca, la ineficacia de la escala de peces construida para hacer permeable la presa del embalse de San Fernando. Se remitió un CD grabado en las inmediaciones de la presa en el que se ponía de manifiesto como la fauna piscícola, en su afán reproductor chocaba una y otra ver con el muro de la presa. En este sentido, fue la propia CHDuero la que según los estudios técnicos de los que disponía, ponía de manifiesto la infranqueabilidad de la citada presa. En la Base de Datos de los Azúdes de la cuenca del Duero, se calificaba dicha escala de peces como infranqueable.
Pasaron unos años sin que se pusiera remedio al problema de la migración en el Tormes.
Fue en el año 2011 cuando varias asociaciones de pescadores Club Deportivo de Cazadores y Pescadores “Peña de la Cruz” de Béjar, Club Deportivo Mosqueros del Tormes (Salamanca), y la Unión Nacional de Pescadores Conservacionista (UNIPESCA), se unen en un frente común, con la finalidad de aunar esfuerzos para que la administración competente diera solución al problema de la migración en la escala de peces del Salto de San Fernando.
Se presentó a dicha confederación hidrográfica un informe que ponía de manifiesto la ineficacia de dicha escala de peces.
A partir de ese momento es la propia CHDuero la que requiere al titular del aprovechamiento que presente un proyecto que dé solución al problema. Solicitamos ser parte en el procedimiento, y de la mano del secretario de la asociación Mosqueros del Tormes, Javier de Cabo, entramos a formar parte en el mismo. El objetivo fundamental era el ser partícipes de la solución del problema aportando los conocimientos que teníamos del propio río.
La empresa adjudicataria encarga un estudio a la empresa Alteiro Ingeniería, quienes amablemente se ponen en contacto con nosotros para que les aportemos nuestra opinión sobre las soluciones adoptadas. Se diseña una escala de peces ineficaz que lleva al titular del aprovechamiento a solicitar la suspensión temporal del proyecto de la nueva escala de peces. Se tienen en cuenta las alegaciones presentadas, y las propuestas que se le hacían llegar desde el colectivo de pescadores.
La empresa desecha el proyecto inicial y solicita un nuevo plazo para realizar los estudios correspondientes para el diseño y construcción de una escala de peces funcional, que solucione el problema de la migración en el Tormes.
En este sentido indicar que dicha empresa, Saltos de San Fernando, ha mostrado en todo momento su disponibilidad para dar solución al problema.
 A finales del 2012, se presenta un informe de la mano del Dr. Ingeniero de Montes, D. Fco. Javier Sanz Ronda, perteneciente a la E.T.S. de ingenierías Agrarias de Palencia, Dpt. de Ingeniería Agrícola y Forestal U.D de Hidráulica e Hidrología, de la Universidad de Valladolid.
En el estudio se realiza una Evaluación Hidráulica y Biológica de la escala de peces existente en su momento, y se propone una solución al problema de la migración de los peces en la Central de San Fernando.
Un estudio con una calidad técnica sin precedentes a nivel nacional y que hizo que en las alegaciones que se presentaron al mismo, destacáramos dicha calidad, así como los esfuerzo que se estaban haciendo desde la empresa propietaria de la central, y desde la propia CHDuero.
Por fin, en abríl de 2013 la CHDuero da luz verde a las obras de adecuación de la nueva escala de peces de la Central Hidroeléctrica de San Fernando.
Había pasado cerca de tres años desde que pusiéramos en conocimiento de la confederación los hechos que estaban ocurriendo en el Tormes, pero por fin, se había propuesto una solución y se empezaba con el estudio de la migración en el salto de San Fernando.
El objetivo principal era comprobar el grado de ascenso de los peces por la escala existente, y estudiar su comportamiento migratorio. Para ello, se estudiaron las variables más importantes que definen la idoneidad de un sistema de paso para peces: localización de la escala, entrada en su interior y paso por la misma, así como su relación con la época del año y la temperatura del agua.
Durante el periodo comprendido entre el 30 de abril y el 22 de julio de 2013, coincidiendo con la época de migración del barbo y la boga, se realizó un estudio para determinar las especies, el sexo y tamaño de los peces que entraban en la escala de peces. De tal forma que, cada dos o tres días, se extrajeron los peces que entraron en la escala, se anestesiaron y se anotaron los datos relativos a la fecha de captura, especie, longitud, peso y sexo. Posteriormente se trasladaron los peces aguas arriba de la presa y eran puestos en libertad.
En el periodo que la freza era más evidente, también se realizaron capturas con pesca eléctrica, aguas abajo de la entrada de la escala. Los peces capturados eran tratados de la misma forma que aquellos que eran capturados en la escala. Se identificaban por sexo, tamaño y peso. En este caso, además, se les introducía un microchip individual (PIT-TAGS) codificado que indicaría en todo momento la situación del pez. Los peces capturados eran devueltos al agua en perfecto estado.
Para el estudio se colocaron diferentes antenas y cámaras de seguimiento a lo largo de la escala de peces. Una de ellas unos metros por delante de la entrada de la escala, otra en la misma entrada, varias intermedias y otra en la última artesa de la escala.
Dichas antenas registraban los peces que se habían marcado con el PIT-TAGS. Los datos se registraban en un ordenador con el número de registro del pez que había conseguido encontrar la entrada de la escala y lograba ascender por ella. Datos como el tiempo que tardaban en localizar la entrada de la escala y el que permanecía en ella antes de pasar al embalse eran importantes para conocer correctamente el comportamiento de los peces en su afán reproductor.
El equipo de investigación se puso en contacto con nosotros son el fin de que fuéramos partícipes del proceso, así lo hicimos en el tiempo y la forma que nuestras obligaciones nos permitieron.

Los resultados del estudio realizado durante la temporada 2013 se compararon con los del estudio realizado en el año 2012. En 2013 se capturó un mayor número de barbos que en 2012,( 2.192 frente a 390), y también de bogas (52 a 29), en el caso de las truchas los datos fueron similares (16 a 19). La diferencia entre ambos años se debe a que el azud del vado de Santibáñez se encontraba bajo el nivel de agua del embalse de Santa Teresa en 2013, cosa que no ocurrió en 2012, debido a la escasez de precipitaciones que hicieron que el nivel del embalse estuviera muy por debajo de lo que es habitual en esas fechas.
Estos y otros datos han servido para que en el verano de 2013 se realizaran las primeras actuaciones de mejora en la escala de la presa. Por un lado, con objeto de favorecer el tránsito de peces por la escala, se ha modificado su mitad inferior, demoliéndola y reconstruyéndola, se han recrecido las artesas, se ha realizado un cambio en el tipo de vertederos y se ha incluido un tramo de descanso para los peces. Además, y con el objetivo que el menor número de individuos alcance el muro de la presa, y para mejorar la llamada a la entrada de la escala, se ha construido un nuevo azud para el guiado de los peces hacia la escala.
Desde el 1 de mayo hasta el 15 de julio de 2014 se vuelve a repetir el estudio, tal y como se recogía en el proyecto. En esta ocasión además del marcaje de los peces con los PIT-TAGS, se prueban otros dos métodos de marcaje. Uno de ellos consiste en la colocación de una banderilla de un color amarillo intenso en la aleta dorsal, en la que se puede encontrar un número de teléfono y una dirección web, a los que se puede dirigir la persona que capture un pez con dicho dispositivo. El otro consiste únicamente en la colocación de un anzuelo en la misma aleta, al que se le ha montado un hilo amarillo. La cantidad de peces que ha ascendido por la escala en este periodo de tiempo ha sido muy superior al de la campaña de 2013. Un total de 4.979 peces, 2.871 barbos, 2.010 bogas y 98 truchas.
Estos datos nos hacen mirar hacia un futuro mejor, y nos indican que con esfuerzo y compromiso de todos se puede conseguir que una gran presa de más de 15 metros como del Salto de San Fernando sea permeable, permitiendo la migración de los peces en su ascenso. Queda por conocer si los peces son capaces de reconocer el camino de vuelta en su etapa de descenso hacia el embalse de Santa Teresa.
Esta prevista, y así se recoge en el proyecto presentado a la CHDuero, la realización de un rebaje en el labio de la presa de 30 cm de profundidad y 3 m de longitud. Dicho rebaje actuará como tobogán que facilite el regreso de los peces. Todo esto nos hace mirar hacia un futuro mejor en el que la solución al problema de la permeabilización al paso de peces en la presa de San Fernando sea completa.
El estudio realizado durante estos tres a años arroja otros datos a tener en cuenta.
Además del problema derivado por esta presa, existen tres infraestructuras artificiales que condicionan enormemente la migración de los peces, y una barrera natural. De ellas, tres se encuentran por debajo de la presa de San Fernando.
La primera de ellas es el azud del vado de Santibáñez, que se utiliza para el abastecimiento del municipio de Cespedosa de Tormes. Supone un problema muy importante en la migración de los peces hasta el muro de San Fernando. Como he indicado anteriormente, cuando dicho azud se encuentra bajo las aguas del embalse de Santa Teresa, no supone obstáculo alguno, pero aquellos años en los que el régimen de precipitaciones están por debajo de la media, y dicho azud está por encima del nivel de las aguas de Santa Teresa se convierte en una barrera prácticamente infranqueable. En el mes de marzo de 2014 se realizó una actuación con el fin de garantizar la franqueabilidad de dicho azud. Dicha actuación ha consistido en la creación de un brazo que vierte sus aguas por debajo del azud. Está por ver la funcionalidad del bypas en las épocas en las que los caudales circulantes estén por debajo de la cota del azud.
La segunda es la estación de aforos para el control del caudal ecológico de la central de San Fernando, el cual no supone un grave problema siempre y cuando se respete el caudal ecológico establecido.
Un poco más arriba, y a escasos 150 m de la entrada de la escala se encuentran unas chorreras naturales que en condiciones de un caudal aceptable tampoco supone un gran impedimento para la migración.
Una vez superada la presa de San Fernando, y por encima de la presa se encuentra el V-Flat de Bercimuelle. Una infraestructura construida por la CHDuero para medir el caudal circulante por el Tormes. Un obstáculo infranqueable para la ictiofauna.
Esta situación la hemos puesto en conocimiento de la CHDuero en numerosas ocasiones, sin que poco a nada se haya hecho hasta la fecha. Con fecha de 4 de junio de 2009, el Club Deportivo de Cazadores y Pescadores “ Peña de la Cruz” remite a la Comisaría de Aguas de la CHDuero, un informe sobre las afecciones de la estación de aforos de Bercimuelle en el río Tormes en el que se plantean diferentes alternativas de mejora que hagan la estructura franqueable. A dicho informe se le da traslado a la Dirección Técnica de dicha confederación hidrográfica.
En el verano de 2010 se realiza una actuación consistente en elevar la salida del agua del aforador. Una solución que no sirvió de nada y que hizo que se volviera a poner en conocimiento de la CHDuero el problema derivado de dicha infraestructura.
En el año 2014 se vuelven a realizar actuaciones con el fin de que la fauna piscícola pueda franquear el SAIH de Bercimuelle. En esta ocasión la actuación ha consistido en la construcción de un río paralelo al V-Flat. Hasta el momento, y por la propia observación y seguimiento de la obra en cuestión, durante el periodo de freza de este año dicha actuación no soluciona el problema de la migración en el Tormes. Este mismo año, hemos podido comprobar como se acumulaban cientos de barbos y bogas a la entrada del medidor, sin que fueran capaces de sobrepasarlo. Por el contrario, parecía sorprendente que por el brazo abierto no se vieran más que algunos ejemplares de ciprínidos de menor talla como bermejuelas, colmillejas o calandinos.
Se da la circunstancia que en ocasiones las mediciones no se corresponden con los caudales circulantes. Ocasiones en las que los datos que arroja, son menores que los que proporciona el aforador de Barco de Ávila. Si tenemos en cuenta que por debajo de dicha localidad abulense existen una gran cantidad de arroyos tributarios del Tormes, y que además los ríos Barquillo y Corneja también lo son, con un aporte de caudales importantes, no se entienden dichas mediciones.
Es evidente el esfuerzo que está haciendo la CHDuero para mejorar la conectividad longitudinal en el Tormes, realizando diferentes actuaciones para este fin.
Todos recordaremos con entusiasmo el día en el que se eliminó por completo la presa de Umbrías. Una infraestructura con un recorrido de varias décadas, sin utilidad alguna, y que en ningún momento se había planteado su eliminación. Se tuvieron que dar un cúmulo de circunstancias que llevaron a un desastre ecológico, con la muerte de cientos de ejemplares de trucha y otras especies, que la mala actuación de algún desaprensivo, causó al abrir una compuerta de la citada presa.
La renovación de la escala de la presa de San Fernando, está siendo sin duda alguna meritoria de los mayores halagos. Una renovación de la que he sido partícipe, y por la que quiero felicitar tanto a los
gestores de la Central de San Fernando como a los miembros de la CHDuero. Ahora toca finalizar el proyecto y mantener la instalación en unas condiciones de caudales y mantenimiento adecuadas.
El acierto de la declaración de la trucha como especie de interés preferente, reflejado en la nueva Ley de Pesca de Castilla y León ha supuesto un giro en la forma de entender la pesca. Se hace necesaria, por tanto, la protección de los ecosistemas asociados a este recurso. Una asignatura pendiente por la administración en general.
De poco o nada van a servir dichos esfuerzos si unos kilómetros más arriba se mantiene una infraestructura que no permite la libre circulación de la fauna piscícola. Todos los esfuerzos deberían ir encaminados a la preservación de nuestras especies y los ecosistemas ligados a ellas, anteponiendo a los intereses económicos de unos pocos, los de los habitantes de las zonas rurales por las que discurren nuestros ríos. El aprovechamiento sostenible de los recursos naturales debe entenderse como una actividad de desarrollo más para aquellas zonas en las que lo único que les queda es su entorno.
Debemos ser conscientes, de que el devenir de los nuevos tiempos no va a permitir que el Tormes vuelva a ser aquello que mi gran amigo me enseñó, pero deberíamos poner todos los medios a nuestro alcance para facilitar que las cosas cambien.
Años atrás cuando cientos de pescadores pasaban cada fin de semana por el municipio de Puente de Congosto, llenando sus orillas, y almorzando en sus bares, el Tormes rebosaba de vida. Aquellos días dudo mucho que regresen, pero siempre nos quedará la duda de si hemos hecho lo correcto con lo mejor que la naturaleza nos ha proporcionado. Nuestro entorno
Esperemos se tomen pronto las decisiones para que en breve se pueda solucionar de una vez por todas el problema de la migración en el Tormes.

jueves, 23 de octubre de 2014

Detectives de los ríos


Ecologistas en Acción busca los mejores tramos de nuestros ríos para declararlos “reservas naturales fluviales”

Inspección de un río en la cuenca del Segura. / Ecologistas en acción

Caminar tramo a tramo por la orilla de algunos ríos de España para dar con los mejores bosques de ribera, los cauces menos o nada alterados y los hábitats donde nutrias y peces autóctonos disfrutan de una buena calidad de las aguas. Este es el modus operandi de un proyecto emprendido por Ecologistas en Acción que tiene un objetivo claro: identificar esos ecosistemas casi prístinos para declararlos y protegerlos como “reservas naturales fluviales”. Ya hay un trabajo hecho, el de la Propuesta de catálogo nacional de reservas fluviales realizado por el Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (Cedex), que quienes trabajan a pie de río consideran insuficiente.
“No tiene sentido que la cuarta cuenca más grande, la del Guadiana, solo cuente con una propuesta de declaración, la del río Guadarranque, en Extremadura”. Raúl Urquiaga, responsable del proyecto de Ecologistas en Acción Reservas naturales fluviales, incluido dentro de la concesión de ayudas para este año de la Fundación Biodiversidad, hace este comentario tras la experiencia que da “espiar” durante este verano 25 ríos poco o nada alterados de la cuenca del Guadiana. “De cada cauce elegido, recorremos al menos entre 500 metros y un kilómetro y tomamos fotografías y recogemos datos e información sobre la vegetación, la estructura del bosque de ribera y su grado de cobertura, las especies que los habitan, tanto por avistamiento y audición como por seguimiento de rastros y, claro, si hay alguna alteración en forma de captación, vertido o infraestructura en dominio público”, precisa Urquiaga.
El trabajo realizado por Ecologistas en Acción confirma que no hay ningún tramo de ríos manchegos de la cuenca del Guadiana que merezca la consideración de reserva natural fluvial, pero sí que hay muchos más de uno a partir de los Montes de Toledo. El concepto de “reserva natural fluvial” tiene su origen en la Ley 11/2005, que modifica otra ley, la 10/2001, del Plan Hidrológico Nacional, donde se expresa que se demarcarán “con la finalidad de preservar, sin alteraciones, aquellos tramos de ríos con escasa o nula intervención humana”. A continuación vino el trabajo del Cedex y, con posterioridad, la incorporación de cada lista propuesta en los planes hidrológicos de cuenca ahora en vigor.

Más reservas con menos superficie

Algo no se ha hecho bien del todo en la demarcación de las reservas naturales fluviales, propuestas a través de los planes hidrológicos de cuenca, cuando el del Guadiana, con 67.000 kilómetros cuadrados de extensión, tiene solo una designada que abarca 13,6 kilómetros y los del Cantábrico (oriental y occidental), con 21.000 kilómetros cuadrados, tiene delimitadas 18 reservas que suman una longitud de 267 kilómetros.
En total, las nueve confederaciones hidrográficas estatales (no está incluida la de las cuencas internas de Cataluña) han demarcado a través de sus planes 131 reservas naturales fluviales, que abarcan más de 2.400 kilómetros de ríos. La mayor longitud (686 kilómetros) y número de reservas (40) corresponde a la del Tajo (686), que al estar por detrás del Duero y el Ebro en extensión refleja una mejor conservación de sus cauces.
En cuanto a nombres propios, y pensando en que casi siempre la propuesta se refiere a las cabeceras de los ríos, destacan, entre otros, los de Genil, Guadalentín, Carrión, Urbión, Lozoya, Jarama, Cuervo, Iruelas, Somiedo, Nansa, Arga, Iregua, Pisuerga, Eresma y Corneja. Llaman la atención los 13 kilómetros de este último, afluente del Tormes, que se salvaron recientemente de la explotación como agua mineral de su cabecera por parte del Grupo Pascual gracias a una importante contestación social.
La lista también es exigua en otra de las cuencas más castigadas por la intervención humana, la del Segura, cuyo plan hidrológico cuenta también con un solo tramo propuesto, el del río Segura aguas arriba del embalse de Anchuricas. En estos momentos el equipo de Raúl Urquiaga trabaja en esta zona. “Nos hemos concentrado en las dos cuencas con mayor déficit de reservas y queremos que con la labor realizada se redacte un documento con nuevas propuestas y se culmine en 2015 con un encuentro sobre la gestión de las reservas naturales fluviales en el que participen entidades e instituciones que están trabajando en la conservación y protección de los ríos”, explica.
Una de esas entidades será la Asociación para el Estudio y la Mejora de los Salmónidos-Ríos con Vida, con cuya experiencia ha contado Ecologistas en Acción antes de transitar las orillas. Su secretario general, César Rodríguez, advierte, de entrada, sobre el déficit de las actuales propuestas: “No se han hecho con criterios coherentes y amplios, simplemente se limitaron a inventariar las riberas mejor conservadas, pero sin atender a todos los valores naturales, tanto terrestres como acuáticos, y esa debería ser la línea a seguir en la redacción de los nuevos planes hidrológicos de cuencas”. Los actuales se han aprobado con sumo retraso (algunos este mismo año), ya que deberían haber estado vigentes desde 2009 y caducan en 2015, fecha de entrada en vigor de la Directiva Marco del Agua y de la obligación de mantener la buena calidad de las aguas continentales.
Para César Rodríguez, “prácticamente todas las cabeceras deberían tener la consideración de reserva natural fluvial, ya que los tramos medios y bajos están bastante deteriorados, pero hay que actuar con celeridad porque tampoco están exentas de amenazas”. En AEMS-Ríos con Vida concentran estas amenazas en tres: uso del agua unido a desviaciones de los cauces que se agrava por los efectos del cambio climático y la disminución de los caudales naturales; la contaminación local, especialmente en verano, con pequeñas poblaciones que multiplican el número de habitantes pero no cuentan con sistemas de depuración apropiados, y las minicentrales hidroeléctricas, que aprovechan los saltos de agua más pronunciados de las cabeceras.
Pedro Brufao, profesor de Derecho Administrativo y analista de políticas públicas, especialmente vinculadas a la gestión de aguas continentales, sugiere que para evitar estos riesgos y establecer una protección efectiva se cumpla otra ley, la del Patrimonio de la Administraciones Públicas. "En ella se establece la figura de las reservas demaniales o de dominio público, en las que se tendrá una plena seguridad jurídica porque el Estado garantiza la prohibición de otorgar concesiones para la explotación de los tramos fluviales”, explica Brufao. Y añade: "Existen precedentes de reservaspara fines hidroeléctricos, mineros o en el litoral, por lo que puede hacerse lo mismo con fines ambientales".
Ecologista en Acción y AEMS/Río con Vida reconocen que existe un trabajo de identificación y protección efectivo en los altos Tajo y Tormes, en la sierra de Gredos y en varios cauces de Las Villuercas (Cáceres), incluido el río Almonte, uno de los pocos ríos españoles que no tiene ningún tipo de regulación (embalse, extracción, canalización, azudes, etcétera) en todo su curso. Todos pertenecen a las cuencas del Duero y el Tajo, las dos que junto a la del Ebro, por ser las más extensas, tienen un mayor número de reservas naturales fluviales demarcadas para su protección. La del Tajo tiene 40 y la del Duero, 24. Esta última cuenta con el tramo más largo de todos los delimitados en la Península, el del río Negro y sus afluentes, que abarca 112 kilómetros. La Confederación Hidrográfica del Ebro tiene marcados 25 tramos.

Fuente: El País

miércoles, 15 de octubre de 2014

ASISTIMOS A LA PRESENTACIÓN POR PARTE DE LA CONFEDERACIÓN HIDROGRÁFICA DEL DUERO Y LA JUNTA DE CASTILLA Y LEÓN DEL PROYECTO CIPRIBER

El objeto del proyecto es proteger y apoyar la recuperación de las poblaciones autóctonas endémicas de ciprínidos -especies como la carpa, el barbo, la boga o la tenca- en los ríos de la Red Natura 2000 situados en el suroeste de la provincia de Salamanca.

Los trabajos están cofinanciados por la Unión Europea a través del programa LIFE+.


El proyecto CIPRIBER, promovido por la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), organismo dependiente del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, ha sido una de las propuestas seleccionadas por la Comisión Europea para recibir financiación en el marco del instrumento financiero LIFE+, el más importante para el apoyo al medio ambiente cuya línea Naturaleza y Biodiversidad promueve proyectos dirigidos a mejorar el estado de conservación de especies y hábitats amenazados.En concreto, el objetivo de este proyecto es realizar acciones para la recuperación y la protección de las poblaciones autóctonas endémicas de ciprínidos que están considerados como especies de interés en la Directiva de Hábitats. De hecho, este proyecto se desarrollará en los lugares de la Red Natura 2000 del suroeste de la provincia de Salamanca, mayoritariamente ubicados en la cuenca del Duero pero con una pequeña parte en la del Tajo.
Tanto la Junta de Castilla y León como la Confederación Hidrográfica del Tajo y la Fundación Patrimonio Natural participan en este proyecto como beneficiarios asociados, mientras que la Confederación Hidrográfica del Duero será el beneficiario coordinador. El coste total del proyecto es de 2.429.049 euros, de los que la Unión Europea aportará la mitad. Los trabajos tienen una duración prevista de cuatro años, acaban de iniciar su andadura y para presentarlos se ha organizado una Jornada a la que se ha invitado a numerosas entidades y colectivos relacionados con la pesca y los ecosistemas fluviales, entre los que se encontraba la Red Estatal de Desarrollo Rural REDER.La jornada ha sido inaugurada por el Comisario de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Duero D. Julio Pajares Alonso y el Director General del Medio Natural de la Junta de Castilla y León, D. José Ángel Arranz Sanz.

El Comisario de Aguas ha destacado que la cuenca del Duero cuentan con "10.000 kilómetros de cauces principales y otros 60.000 de cauces secundarios" y aunque es complicado actuar en todos ellos "sí se está haciendo un esfuerzo por llegar a aquéllos puntos significativos de deterioro", así este proyecto se enmarca en las actuaciones de restauración de los ecosistemas fluviales que la CHD viene desarrollando en los últimos años con el fin de conseguir el buen estado de las masas de agua que exige la Directiva Marco del Agua.


D. José Ángel Arranz, ha recordado que el Gobierno Regional ya ha abordado "25 proyectos Life, que es el instrumento financiero más importante de la Unión Europea para apoyar el medio ambiente" por lo que podrán aportar su "experiencia" al nuevo reto.Arranz ha advertido de que "gestionar las aguas es más que hacer cálculos de sus usos, por lo que hay que conservar los cauces más allá de como meros canales, ya que son la base para generar riqueza en la región a través de los regadíos y las infraestructuras hidráulicas y son generadores de biodiversidad".Ha reconocido que los ciprínidos "son una población a la que no se le ha dedicado tanto tiempo como a otras especies como la trucha, de gran importancia genética y económica, y que ahora va a ser estudiada y recuperada, en los casos en que estén en riesgo, con novedades como la cría en cautividad".

Moderada la jornada por Dª Rosa Huertas, técnico de la CHD, en una primera intervención D. José Ignacio Molina, jefe de servicio de Espacios Naturales de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la JCyL y D. Carlos Marcos jefe de servicios de la CHD han realizado una presentación sobre el programa LIFE y sobre el proyecto CIPRIBER.



El programa Life ha contado, en el período 2007-2013 con un total de 2.100 millones de euros, de los cuales 286 fueron concedidos en el último año, en el que se presentaron 1.468 propuestas de las que sólo fueron seleccionadas 225. "Estas cifras evidencian la gran competitividad que existe en la solicitud de proyectos Life, que lideran España e Italia ya que, en 2013, se aprobaron 68 de los 225 presentados por nuestro país, con un total de 116,1 millones de euros, lo que representa el 30% de todo el programa y el 41% de sus fondos", ha indicado el jefe de servicios de la CHD.

Carlos Marcos ha explicado que el Proyecto Cipríber incluye actuaciones como la eliminación de presiones en los ríos, la retirada de infraestructuras en desuso o la instalación de pasos piscícolas, con el fin de recuperar la conectividad de los cauces como corredores ecológicos y mejorar el estado de las masas de agua.Ignacio Molina ha dado un repaso a los principales LIFE gestionados por la Junta de Castilla y León con importancia e implantación en ecosistemas fluviales:El proyecto LIFE+ Desmania para la conservación del desmán ibérico aprobado por la Comisión Europea en 2012, implica la colaboración de 8 entidades de ámbito nacional y, también, de ámbito regional, de Extremadura y Castilla y León. El desmán ibérico es un pequeño mamífero insectívoro semiacuático que se distribuye por la mitad septentrional de la Península ibérica. Las poblaciones de este insectívoro de río han vivido un importante retroceso y, en algunas comunidades autónomas, se encuentra en peligro de extinción..Este proyecto esta coordinado por la Fundación Biodiversidad, y ha puesto en marcha acciones de seguimiento de este pequeño mamífero semiacuático cuya población  se ha visto reducida en los últimos años por la pérdida y alteración del hábitat. Nos ha explicado Molina que "se trata de una especie que sufre de una forma extrema los estiajes y que está sufriendo una fuerte depredacción por parte del visón americano. Como medida de control, se han capturado más de 300 ejemplares de visón americano, una de sus principales amenazas..."El Programa de Gestión y Seguimiento de Zonas Húmedas y Riberas Mediterráneas en Natura 2000: “MedWetRivers”, financiado por el instrumento financiero de la Unión Europea para el medio ambiente LIFE, tiene por objeto contribuir a la conservación de estas zonas de gran valor natural mediante la elaboración de los instrumentos que permitan una gestión sostenible de las mismas y un seguimiento de sus valores naturales.El Proyecto, que se desarrolla entre septiembre de 2012 y mayo de 2017, cuenta con un presupuesto de 2.744.394 €  y una co-financiación de la UE de 1,284,376 € (46,8%).El área objeto del proyecto son las LIC (lugares de interés comunitario) y  ZEPA (zonas de especial protección para las aves) que representan a las zonas fluviales y humedales mediterráneos en Castilla y León.En total 418.179,23 ha (17% de la Red Natura 2000 en CyL) que representan a 48  tipos de hábitats de interés comunitarios (10 de ellos prioritarios); 8 especies de invertebrados, 6 especies de peces, 11 especies de flora, 13 especies de mamíferos y 4 especies de anfibios y reptiles de interés comunitario (4 de ellas prioritarias).  También encontramos en estas zonas 169 especies de aves, 71 del Anexo 1 de la Directiva Aves y el resto especies migradoras de presencia regular no recogidas  en dicho anexo.
Y puesto que uno de los fines es la divulgación y la promoción del mismo, también está prevista la celebración de diferentes jornadas en los municipios ribereños.

Después de una pausa hemos podido disfrutar de dos ponencias sobre ciprinidos ibéricos a cargo de dos expertos conocidos y colaboradores con REDER en el proyecto Voluntariado Fluvial: Trucha común y turismo piscícola sostenible:
Juan Carlos Velasco, responsable técnico de pesca del Servicio Territorial de medio Ambiente de la provincia de Salamanca, con el que estuvimos en la jornada de la Confederación hidrográfica del Duero en El Tormes dentro de las acciones para celebrar el Día Mundial de las Migraciones Piscícolas (http://voluntariadofluvial.blogspot.com.es/2014/05/jornada-practica-chd-en-el-tormes.html) y que nos permitió la salida formativa a la piscifactoría de Galisancho (http://voluntariadofluvial.blogspot.com.es/2014/08/salida-formativa-voluntariado-fluvial.html) y Gustavo González Fernández técnico de Icthios Gestión Ambiental y experto en ictiofauna, que además de ser uno de los formadores en la mencionada jornada del día Mundial de las migraciones piscícolas, es el encargado de la supervisión del estado de salud del Aravalle, y los análisis periódicos del mismo tras la demolición de la presa, y permitió la participación de voluntarios fluviales de nuestro proyecto pertenecientes a la Asociación de Ribereños del Tormes, en la última jornada de análisis que se ha realizado (http://voluntariadofluvial.blogspot.com.es/2014/06/excelente-evolucion-del-aravalle-tras.html).
Gustavo nos ha explicado la evolución biológica y las características taxonómicas de las diferentes especies de ciprínidos con interés para el proyecto:  Bermejuela, Sarda, Calandino, Boga del Duero, Boga del Río, Colmilleja, Colmilleja del Alagón, y alguna especie más como el Escalo.


A continuación Juan Carlos ha dado un repaso a las diferentes zonas de aplicación del proyecto dentro de la provincia de Salamanca, comentando la presencia de cada una de estas especies en estas zonas y el nivel de salud de su diferentes poblaciones, para terminar explicándonos como se pretende realizar el tratamiento de las muestras que servirán para un proyecto piloto de cría en cautividad en la piscifactoría de Galisancho, así como la adecuación de las instalaciones de dicho centro ictiogénico para el desarrollo de la acción.
 


Tras un debate con los asistentes se produjo la clausura a cargo de D. Urbano Sanz Cantalejo, comisario adjunto de la Confederación Hidrográfica del Duero, que resumió las diferentes acciones, destacando que mediante esta iniciativa se va a promover la recuperación de los hábitats por medio de la eliminación de presiones en los ríos, como la retirada de infraestructuras en desuso o la instalación de pasos piscícolas, con el fin de recuperar la conectividad de los cauces como corredores ecológicos y mejorar el estado de las masas de agua. Además, se incrementará el conocimiento técnico y científico sobre estas especies para determinar el efecto que las presiones ambientales provocan en las mismas y evaluar las posibles soluciones. En esta misma línea, se desarrollarán experiencias piloto y un protocolo de actuaciones para la cría de estas especies, con el fin de superar el estado de regresión que sufren actualmente. Por último, se realizará una monitorización y seguimiento de las acciones desarrolladas y se llevarán a cabo actividades de participación pública, divulgación y educación ambiental sobre estas cuestiones.

Próximamente se celebrará también una jornada de campo en la zona de ejecución del proyecto para darlo a conocer entre los municipios donde se realizarán estas actuaciones.

Desde REDER queremos felicitar a las entidades promotoras por el desarrollo de la jornada y por el acierto en la temática y contenido del proyecto.

Fuentes: jcyl.es y ABC


sábado, 11 de octubre de 2014

FOTOGRAFÍAS DE LA JORNADA CON EL COLEGIO FRAY LUIS DE GRANADA DE PUEBLA DE SANABRÍA

En esta última jornada de voluntariado hicimos una salida práctica de educación medioambiental y conocimiento del medio con los alumnos de sexto de primaria del Colegio público Fray Luis de Granada de Puebla de Sanabría.



Se trata de un colegio y una clase muy activa, de hecho es la tercera ocasión que estamos con ellos, y todos participaron en el concurso de dibujo y en una jornada previa formativa y de presentación del proyecto.

Contamos de nuevo con la presencia y colaboración activa de la responsable de la asistencia técnica de la Confederación Hidrográfica del Duero en el programa de Voluntariado en Ríos de Fundación Biodiversidad: Celia García Asenjo.


Además, estuvieron presentes algunos de los voluntarios fluviales y colaboradores del proyecto: Jesús Villasol y Mónica Álvarez del grupo de acción local ADISAC LA VOZ, Manuel Mateos presidente de la Asociación de pescadores de Sanabria y Carballeda, Silvia del Río voluntaria y colaboradora de REDER y Raúl Gutiérrez responsable técnico del proyecto Voluntariado Fluvial: Trucha común y turísmo piscícola sostenible, a los que queremos agradecer su implicación en el proyecto, al igual que a la profesora responsable de este grupo de alumnos, Maite Martino, cuya buena labor educativa quedó patente en la jornada.


Arrancamos con una introducción y presentación de cada uno de los colaboradores y las entidades que representan.
A continuación recordamos algunos de los conceptos que habíamos trabajado en la jornada previa, principalmente en la complejidad y debilidad de los ecosistemas acuáticos, y en la importancia del voluntario fluvial por su condición de ribereño y el hecho de vivir a pie de río, a la hora de detectar alteraciones en el ecosistema.


Seguidamente Manuel volvió a animar a los pequeños a practicar la pesca, con prácticas tradicionales y sostenibles, y les enseño equipos de diferentes modalidades.
 



 Los niños manejaron cañas y carreteres, y se divirtieron a la vez que aprendían.





Les repartimos la guía de educación medioambiental editada con el proyecto, y dimos un repaso a la misma.



A continuación hicimos una parte teórico practica sobre bioindicadores en un ecosistema fluvial, para enlazar con los macroinvertebrados como bioindicadores, y los principales ordenes de insectos con importancia como bioindicadores que además suponen el principal alimento de la trucha y por tanto son imitados por el aficionado a la pesca.






Y seguido hicimos una jornada practica de montaje de artificiales para la pesca, donde los niños pudieron ver los utensilios de montaje, los principales materiales e hicimos una efémera.





Desde allí, y tras nombrarles a todos ellos Voluntarios Fluviales y entregarles su camiseta de voluntario nos fuimos al río Tera, al paraje conocido como La Chopera, donde Celia realizó una clase practica de análisis de un tramo de río: Características hidromorfológicas, alteraciones por la acción del hombre sobre todo en obras de ingeniería, hicimos un muestreo de macroinvertebrados, para acabar analizando cinco elementos clave de calidad del agua: Temperatura, turbidez, pH, oxigeno disuelto y presencia de nitratos.













 Muchas gracias a todos¡¡¡¡