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La solución al problema de la migración en el Tormes, 
      o el cuento de nunca acabar... 
       
El Río Tormes ha sido conocido durante décadas por la 
      calidad de sus aguas y sus peces. Un río fundamentalmente truchero desde 
      su nacimiento hasta bien entradas sus aguas en la provincia de Salamanca. 
      Es aquí donde un cambio en la características del cauce y las aguas le 
      hacen un paraíso de los ciprínidos. Barbos, bogas, gallegos, sardas, 
      bermejuelas y demás ciprínidos han abundado y desarrollado sin ninguna 
      otra limitación que las propias derivadas de la propia naturaleza. 
       
Aún recuerdo aquellos años que siendo un chaval 
      acompañado por mi tío y mis primos empezábamos a pescar bogas y barbos en 
      la zona de Santibáñez de Béjar y Cespedosa. Un río que en los últimos días 
      del mes de mayo y los primeros de junio, cuando la freza de los ciprínidos 
      estaba en pleno apogeo, mostraba la grandeza y la calidad de las aguas del 
      Tormes. Cientos de miles de bogas y barbos que no dejaban ver el cauce del 
      río, en su afán reproductor. 
       
Fueron años de descubrimientos de la naturaleza más pura, 
      de las primeras capturas y de compartir experiencias inolvidables. 
       
Años más tarde el devenir de los acontecimientos, o 
      quizás la casualidad, me llevaron a conocer a una de aquellas personas que 
      todos los pescadores bejaranos teníamos como el más grande de los 
      pescadores. 
       
Con apenas diecisiete años tuve el privilegio de poder 
      acompañar, por orillas y veredas, a una de las personas que mejor 
      conocieron el Tormes y las sierras que le ven nacer. De aquello nació lo 
      mejor que pueden tener las personas, la amistad. Fue un tiempo que no 
      volverá, pero que nunca olvidaré. Años más tarde no quiso dejarnos sin 
      hacer algo por su Tormes. Casi de la mano una mañana, por cierto bastante 
      fría del mes de junio de 2007, los dos no acercamos a ver nuestro Tormes, 
      no sin tener la certeza de que ya en pocas ocasiones podríamos disfrutar 
      el uno del otro. La tarea, fotografiar y grabar la aberración que se había 
      cometido en nuestro río. 
       
El Tormes, ese gran río entre los grandes, sin ningún 
      impedimento que pusiera freno año tras año al proceso reproductor de 
      barbos, bogas, truchas y todas aquellas especies que en sus aguas 
      habitaban. En ocasiones, llegaban noticias de otros ríos que habían 
      sucumbido a la mano ejecutora de la instalación de explotaciones 
      hidroeléctricas, bajo la premisa de Energías Renovables, y que por dicha 
      condición se autodenominaban respetuosas con el medio ambiente. 
        
          |  | Aquellas situaciones nos parecían algo lejano que nunca 
            llegaría a tocarnos. Nada más lejos de la 
        realidad. |  
 
En el año 1994 la Confederación Hidrográfica del Duero da 
      luz verde para la instalación de un aprovechamiento de aguas en el Tormes, 
      en los términos municipales de Cespedosa de Tormes y Santibáñez de Béjar. 
      Años más tarde comienzan unas obras que finalizan en el año 2001 con la 
      puesta en funcionamiento de la “Central Hidroeléctrica Salto de San 
      Fernando”. 
       
Los años siguientes fueron un desastre ambiental, que ha 
      llegado a mermar las poblaciones de peces de forma considerable. 
       
Ya en el año 2007 el Club Deportivo de Cazadores y 
      Pescadores “Peña de la Cruz” de Béjar puso en conocimiento de la CHDuero, 
      así como de la Consejería de Medio Ambiente en Salamanca, la ineficacia de 
      la escala de peces construida para hacer permeable la presa del embalse de 
      San Fernando. Se remitió un CD grabado en las inmediaciones de la presa en 
      el que se ponía de manifiesto como la fauna piscícola, en su afán 
      reproductor chocaba una y otra ver con el muro de la presa. En este 
      sentido, fue la propia CHDuero la que según los estudios técnicos de los 
      que disponía, ponía de manifiesto la infranqueabilidad de la citada presa. 
      En la Base de Datos de los Azúdes de la cuenca del Duero, se calificaba 
      dicha escala de peces como infranqueable. 
       
Pasaron unos años sin que se pusiera remedio al problema 
      de la migración en el Tormes. 
 Fue en el año 2011 cuando varias asociaciones de 
      pescadores Club Deportivo de Cazadores y Pescadores “Peña de la 
      Cruz”  de Béjar, Club Deportivo Mosqueros del 
      Tormes  (Salamanca), y la Unión Nacional de Pescadores 
      Conservacionista (UNIPESCA),  se unen en un frente común, con la 
      finalidad de aunar esfuerzos para que la administración competente diera 
      solución al problema de la migración en la escala de peces del Salto de 
      San Fernando. 
Se presentó a dicha confederación hidrográfica un informe 
      que ponía de manifiesto la ineficacia de dicha escala de peces. 
       
A partir de ese momento es la propia CHDuero la que 
      requiere al titular del aprovechamiento que presente un proyecto que dé 
      solución al problema. Solicitamos ser parte en el procedimiento, y de la 
      mano del secretario de la asociación Mosqueros del Tormes, Javier de Cabo, 
      entramos a formar parte en el mismo. El objetivo fundamental era el ser 
      partícipes de la solución del problema aportando los conocimientos que 
      teníamos del propio río. 
La empresa adjudicataria encarga un estudio a la empresa 
      Alteiro Ingeniería, quienes amablemente se ponen en contacto con nosotros 
      para que les aportemos nuestra opinión sobre las soluciones adoptadas. Se 
      diseña una escala de peces ineficaz que lleva al titular del 
      aprovechamiento a solicitar la suspensión temporal del proyecto de la 
      nueva escala de peces. Se tienen en cuenta las alegaciones presentadas, y 
      las propuestas que se le hacían llegar desde el colectivo de pescadores. 
       
La empresa desecha el proyecto inicial y solicita un 
      nuevo plazo para realizar los estudios correspondientes para el diseño y 
      construcción de una escala de peces funcional, que solucione el problema 
      de la migración en el Tormes. 
       
En este sentido indicar que dicha empresa, Saltos de San 
      Fernando, ha mostrado en todo momento su disponibilidad para dar solución 
      al problema. 
       
 A finales del 2012, se presenta un informe de la 
      mano del Dr. Ingeniero de Montes, D. Fco. Javier Sanz 
      Ronda, perteneciente a la E.T.S. de ingenierías Agrarias de 
      Palencia, Dpt. de Ingeniería Agrícola y Forestal U.D de Hidráulica e 
      Hidrología, de la Universidad de Valladolid. 
       
En el estudio se realiza una Evaluación Hidráulica y 
      Biológica de la escala de peces existente en su momento, y se propone una 
      solución al problema de la migración de los peces en la Central de San 
      Fernando. 
       
Un estudio con una calidad técnica sin precedentes a 
      nivel nacional y que hizo que en las alegaciones que se presentaron al 
      mismo, destacáramos dicha calidad, así como los esfuerzo que se estaban 
      haciendo desde la empresa propietaria de la central, y desde la propia 
      CHDuero. 
       
Por fin, en abríl de 2013 la CHDuero da luz verde a las 
      obras de adecuación de la nueva escala de peces de la Central 
      Hidroeléctrica de San Fernando. 
Había pasado cerca de tres años desde que pusiéramos en 
      conocimiento de la confederación los hechos que estaban ocurriendo en el 
      Tormes, pero por fin, se había propuesto una solución y se empezaba con el 
      estudio de la migración en el salto de San Fernando. 
       
El objetivo principal era comprobar el grado de ascenso 
      de los peces por la escala existente, y estudiar su comportamiento 
      migratorio. Para ello, se estudiaron las variables más importantes que 
      definen la idoneidad de un sistema de paso para peces: localización de la 
      escala, entrada en su interior y paso por la misma, así como su relación 
      con la época del año y la temperatura del agua. 
       
 Durante el periodo comprendido entre el 30 de abril y 
      el 22 de julio de 2013, coincidiendo con la época de migración del barbo y 
      la boga, se realizó un estudio para determinar las especies, el sexo y 
      tamaño de los peces que entraban en la escala de peces. De tal forma que, 
      cada dos o tres días, se extrajeron los peces que entraron en la escala, 
      se anestesiaron y se anotaron los datos relativos a la fecha de captura, 
      especie, longitud, peso y sexo. Posteriormente se trasladaron los peces 
      aguas arriba de la presa y eran puestos en libertad. 
En el periodo que la freza era más evidente, también 
      se realizaron capturas con pesca eléctrica, aguas abajo de la entrada de 
      la escala. Los peces capturados eran tratados de la misma forma que 
      aquellos que eran capturados en la escala. Se identificaban por sexo, 
      tamaño y peso. En este caso, además, se les introducía un microchip 
      individual (PIT-TAGS) codificado que indicaría en todo momento la 
      situación del pez. Los peces capturados eran devueltos al agua en perfecto 
      estado. 
       
Para el estudio se colocaron diferentes antenas y cámaras 
      de seguimiento a lo largo de la escala de peces. Una de ellas unos metros 
      por delante de la entrada de la escala, otra en la misma entrada, varias 
      intermedias y otra en la última artesa de la escala. 
       
Dichas antenas registraban los peces que se habían 
      marcado con el PIT-TAGS. Los datos se registraban en un ordenador con el 
      número de registro del pez que había conseguido encontrar la entrada de la 
      escala y lograba ascender por ella. Datos como el tiempo que tardaban en 
      localizar la entrada de la escala y el que permanecía en ella antes de 
      pasar al embalse eran importantes para conocer correctamente el 
      comportamiento de los peces en su afán reproductor. 
       
El equipo de investigación se puso en contacto con 
      nosotros son el fin de que fuéramos partícipes del proceso, así lo hicimos 
      en el tiempo y la forma que nuestras obligaciones nos permitieron.   
 
Los resultados del estudio realizado durante la temporada 
      2013 se compararon con los del estudio realizado en el año 2012. En 2013 
      se capturó un mayor número de barbos que en 2012,( 2.192 frente a 390), y 
      también de bogas (52 a 29), en el caso de las truchas los datos fueron 
      similares (16 a 19). La diferencia entre ambos años se debe a que el azud 
      del vado de Santibáñez se encontraba bajo el nivel de agua del embalse de 
      Santa Teresa en 2013, cosa que no ocurrió en 2012, debido a la escasez de 
      precipitaciones que hicieron que el nivel del embalse estuviera muy por 
      debajo de lo que es habitual en esas fechas. 
       
Estos y otros datos han servido para que en el verano de 
      2013 se realizaran las primeras actuaciones de mejora en la escala de la 
      presa. Por un lado, con objeto de favorecer el tránsito de peces por la 
      escala, se ha modificado su mitad inferior, demoliéndola y 
      reconstruyéndola, se han recrecido las artesas, se ha realizado un cambio 
      en el tipo de vertederos y se ha incluido un tramo de descanso para los 
      peces. Además, y con el objetivo que el menor número de individuos alcance 
      el muro de la presa, y para mejorar la llamada a la entrada de la escala, 
      se ha construido un nuevo azud para el guiado de los peces hacia la 
      escala. 
Desde el 1 de mayo hasta el 15 de julio de 2014 se vuelve 
      a repetir el estudio, tal y como se recogía en el proyecto.   En esta ocasión además del marcaje de los peces con 
      los PIT-TAGS, se prueban otros dos métodos de marcaje. Uno de ellos 
      consiste en la colocación de una banderilla de un color amarillo intenso 
      en la aleta dorsal, en la que se puede encontrar un número de teléfono y 
      una dirección web, a los que se puede dirigir la persona que capture un 
      pez con dicho dispositivo. El otro consiste únicamente en la colocación de 
      un anzuelo en la misma aleta, al que se le ha montado un hilo amarillo. La 
      cantidad de peces que ha ascendido por la escala en este periodo de tiempo 
      ha sido muy superior al de la campaña de 2013. Un total de 4.979 peces, 
      2.871 barbos, 2.010 bogas y 98 truchas. 
Estos datos nos hacen mirar hacia un futuro mejor, y nos 
      indican que con esfuerzo y compromiso de todos se puede conseguir que una 
      gran presa de más de 15 metros como del Salto de San Fernando sea 
      permeable, permitiendo la migración de los peces en su ascenso. Queda por 
      conocer si los peces son capaces de reconocer el camino de vuelta en su 
      etapa de descenso hacia el embalse de Santa Teresa. 
       
Esta prevista, y así se recoge en el proyecto presentado 
      a la CHDuero, la realización de un rebaje en el labio de la presa de 30 cm 
      de profundidad y 3 m de longitud. Dicho rebaje actuará como tobogán que 
      facilite el regreso de los peces. Todo esto nos hace mirar hacia un futuro 
      mejor en el que la solución al problema de la permeabilización al paso de 
      peces en la presa de San Fernando sea completa. 
El estudio realizado durante estos tres a años arroja 
      otros datos a tener en cuenta.  
Además del problema derivado por esta presa, existen tres 
      infraestructuras artificiales que condicionan enormemente la migración de 
      los peces, y una barrera natural. De ellas, tres se encuentran por debajo 
      de la presa de San Fernando. 
       
La primera de ellas es el azud del vado de Santibáñez, 
      que se utiliza para el abastecimiento del municipio de Cespedosa de 
      Tormes. Supone un problema muy importante en la migración de los peces 
      hasta el muro de San Fernando. Como he indicado anteriormente, cuando 
      dicho azud se encuentra bajo las aguas del embalse de Santa Teresa, no 
      supone obstáculo alguno, pero aquellos años en los que el régimen de 
      precipitaciones están por debajo de la media, y dicho azud está por encima 
      del nivel de las aguas de Santa Teresa se convierte en una barrera 
      prácticamente infranqueable. En el mes de marzo de 2014 se realizó una 
      actuación con el fin de garantizar la franqueabilidad de dicho azud. Dicha 
      actuación ha consistido en la creación de un brazo que vierte sus aguas 
      por debajo del azud. Está por ver la funcionalidad del bypas en las épocas 
      en las que los caudales circulantes estén por debajo de la cota del azud. 
       
 La segunda es la estación de aforos para el control 
      del caudal ecológico de la central de San Fernando, el cual no supone un 
      grave problema siempre y cuando se respete el caudal ecológico 
      establecido. 
       
Un poco más arriba, y a escasos 150 m de la entrada de la 
      escala se encuentran unas chorreras naturales que en condiciones de un 
      caudal aceptable tampoco supone un gran impedimento para la migración. 
Una vez superada la presa de San Fernando, y por encima 
      de la presa se encuentra el V-Flat de Bercimuelle. Una infraestructura 
      construida por la CHDuero para medir el caudal circulante por el Tormes. 
      Un obstáculo infranqueable para la ictiofauna. 
       
Esta situación la hemos puesto en conocimiento de la 
      CHDuero en numerosas ocasiones, sin que poco a nada se haya hecho hasta la 
      fecha. Con fecha de 4 de junio de 2009, el Club Deportivo de Cazadores y 
      Pescadores   “ Peña de la Cruz” remite a la Comisaría de Aguas de 
      la CHDuero, un informe sobre las afecciones de la estación de aforos de 
      Bercimuelle en el río Tormes en el que se plantean diferentes alternativas 
      de mejora que hagan la estructura franqueable. A dicho informe se le da 
      traslado a la Dirección Técnica de dicha confederación hidrográfica. 
      
En el verano de 2010 se realiza una actuación consistente 
      en elevar la salida del agua del aforador. Una solución que no sirvió de 
      nada y que hizo que se volviera a poner en conocimiento de la CHDuero el 
      problema derivado de dicha infraestructura. 
       
En el año 2014 se vuelven a realizar actuaciones con el 
      fin de que la fauna piscícola pueda franquear el SAIH de Bercimuelle. En 
      esta ocasión la actuación ha consistido en la construcción de un río 
      paralelo al V-Flat. Hasta el momento, y por la propia observación y 
      seguimiento de la obra en cuestión, durante el periodo de freza de este 
      año dicha actuación no soluciona el problema de la migración en el Tormes. 
      Este mismo año, hemos podido comprobar como se acumulaban cientos de 
      barbos y bogas a la entrada del medidor, sin que fueran capaces de 
      sobrepasarlo. Por el contrario, parecía sorprendente que por el brazo 
      abierto no se vieran más que algunos ejemplares de ciprínidos de menor 
      talla como bermejuelas, colmillejas o calandinos. 
       
Se da la circunstancia que en ocasiones las mediciones no 
      se corresponden con los caudales circulantes. Ocasiones en las que los 
      datos que arroja, son menores que los que proporciona el aforador de Barco 
      de Ávila. Si tenemos en cuenta que por debajo de dicha localidad abulense 
      existen una gran cantidad de arroyos tributarios del Tormes, y que además 
      los ríos Barquillo y Corneja también lo son, con un aporte de caudales 
      importantes, no se entienden dichas mediciones. 
       
Es evidente el esfuerzo que está haciendo la CHDuero para 
      mejorar la conectividad longitudinal en el Tormes, realizando diferentes 
      actuaciones para este fin. 
       
Todos recordaremos con entusiasmo el día en el que se 
      eliminó por completo la presa de Umbrías. Una infraestructura con un 
      recorrido de varias décadas, sin utilidad alguna, y que en ningún momento 
      se había planteado su eliminación. Se tuvieron que dar un cúmulo de 
      circunstancias que llevaron a un desastre ecológico, con la muerte de 
      cientos de ejemplares de trucha y otras especies, que la mala actuación de 
      algún desaprensivo, causó al abrir una compuerta de la citada presa. 
       
La renovación de la escala de la presa de San Fernando, 
      está siendo sin duda alguna meritoria de los mayores halagos. Una 
      renovación de la que he sido partícipe, y por la que quiero felicitar 
      tanto a los 
       
gestores de la Central de San Fernando como a los 
      miembros de la CHDuero. Ahora toca finalizar el proyecto y mantener la 
      instalación en unas condiciones de caudales y mantenimiento adecuadas. 
El acierto de la declaración de la trucha como especie de 
      interés preferente, reflejado en la nueva Ley de Pesca de Castilla y León 
      ha supuesto un giro en la forma de entender la pesca. Se hace necesaria, 
      por tanto, la protección de los ecosistemas asociados a este recurso. Una 
      asignatura pendiente por la administración en general. 
De poco o nada van a servir dichos esfuerzos si unos 
      kilómetros más arriba se mantiene una infraestructura que no permite la 
      libre circulación de la fauna piscícola. Todos los esfuerzos deberían ir 
      encaminados a la preservación de nuestras especies y los ecosistemas 
      ligados a ellas, anteponiendo a los intereses económicos de unos pocos, 
      los de los habitantes de las zonas rurales por las que discurren nuestros 
      ríos. El aprovechamiento sostenible de los recursos naturales debe 
      entenderse como una actividad de desarrollo más para aquellas zonas en las 
      que lo único que les queda es su entorno.  
Debemos ser conscientes, de que el devenir de los nuevos 
      tiempos no va a permitir que el Tormes vuelva a ser aquello que mi gran 
      amigo me enseñó, pero deberíamos poner todos los medios a nuestro alcance 
      para facilitar que las cosas cambien. 
Años atrás cuando cientos de pescadores pasaban cada fin 
      de semana por el municipio de Puente de Congosto, llenando sus orillas, y 
      almorzando en sus bares, el Tormes rebosaba de vida. Aquellos días dudo 
      mucho que regresen, pero siempre nos quedará la duda de si hemos hecho lo 
      correcto con lo mejor que la naturaleza nos ha proporcionado. Nuestro 
      entorno 
Esperemos se tomen pronto las decisiones para que en 
      breve se pueda solucionar de una vez por todas el problema de la migración 
      en el Tormes. |